Ayuda a reabsorber los líquidos, reduce la inflamación, tiene una acción sedante sobre el dolor y contribuye a mejorar las defensas del organismo (Sistema inmunológico)
Muy recomendado en: Situaciones de estrés y cansancio, procesos que cursen con dolor agudo, fibromialgia, piernas cansadas, doloridas, con hematomas, edemas, venas varicosas, celulitis, sobrecargas musculares en miembros inferiores, etc.
Es un tratamiento fundamental, junto a la Presoterapia, para aliviar los efectos secundarios que se pueden producir tras una mastectomía, ya que suele verse afectado el brazo del lado de la operación provocando, en muchas ocasiones, una importante retención de líquidos, edemas (Linfedema) y un dolor intenso.
El drenaje linfático manual se emplea para tratar el acné, eczemas, quemaduras, cicatrices, celulitis, eliminación de líquidos durante el pre y el postoperatorio de cirugía estética, complemento para adelgazar, tensar la piel, entre otros beneficios.
Hipotensión arterial no controlada. Crisis asmática. Enfermedades de la glándula tiroides y autoinmunoalérgicas (Lupus, artritis reumatoide,…) Inflamaciones agudas (Gota, reuma, cólico nefrítico). Post-tromboflebitis y post-trombosis. Varices tortuosas. Menstruaciones copiosas o dolorosas. Insuficiencia o descompensación cardíaca. Sd. del seno carotídeo. Edemas linfodinámicos por desnutrición (pocas proteínas en sangre). Infecciones agudas. Patología renal. Tumores malignos no controlados y con metástasis.